Iban cinco minutos de partido y Juan Román Riquelme no podía patear el tiro libre. Le tiraban una pelota, la probaba, pero la notaba desinflada. Demoró unos dos minutos, con cara de fastidio, hasta conformarse con una. Es una secuencia que representa a la perfección la tarde que tuvo Boca. Incómodo como pocas veces en el torneo, empató 0 a 0 ante Belgrano y, aunque sigue como líder del Apertura, no pudo estirar la difrerencia sobre sus escoltas (quedó con 26 unidades, a seis de Racing y Rafaela).
En los primeros minutos, el equipo de Falcioni dominó más por actitud que por juego. Metió en el campo rival a Belgrano y por momentos dominó, pero le costó generar daño. Riquelme tuvo buenas secuencias de juego, pero que no tuvieron buen final por varias imprecisiones en los metros finales. Cuando terminaban los primeros 45 minutos, Lucas Viatri abandonó la cancha por un fuerte dolor en la rodilla izquierda.
A los 10 minutos, llegó la peor noticia para el Xeneize. Riquelme, que cumplía un partido aceptable, salió lesionado con una molestia en el talón izquierdo. Pocos minutos antes había sacado un gran remate desde afuera del área que contuvo Olave. Aún con poca claridad, en la segunda parte aparecieron las chances más claras. Nicolás Blandi tuvo un mano a mano, tras un pase de Gracián, pero definió mal.
Cuando faltaban dos minutos, Chávez remató desde afuera del área, pero el arquero Pirata volvió a responder. Boca no supo imponerse, ante un rival prolijo, que hizo negocio con el empate. Encontró señales desconocidas hasta ahora en el torneo, con momentos de fastidio por no superar al rival y jugadores lesionados. Fue una lección que podría serle útil al puntero: el campeonato todavía no terminó. El camino es largo.
La ficha del partido.
